domingo, 27 de enero de 2008

EL MAYOR FRAUDE BANCARIO FRANCES

El operador de mercados Jérôme Kerviel, presunto autor del mayor fraude bancario de Francia, que costó al banco francés Société Générale 4.900 millones de euros, fue detenido ayer para ser interrogado por la brigada financiera. Según fuentes judiciales, Kerviel, de 31 años, se mostró cooperativo con los agentes que le cuestionaron sobre sus actuaciones como empleado de Société Générale, sin que por el momento se sepa si será o no procesado. El empleado se enfrenta a penas de dos años de cárcel por haber entrado en el sistema informático del banco y de cinco por estafa. Los investigadores registraron de madrugada su apartamento, al igual que la sede central del tercer banco galo. Si los datos y documentos recogidos en casa de Kerviel no parecen aportar elementos nuevos a la investigación, la información entregada por el banco sí que está sirviendo para aclarar el caso. Los investigadores tratan de dilucidar si Kerviel actuó solo, como indican desde la dirección de Société Générale, o si tuvo cómplices.
También se preguntan porqué el banco tardó tanto en presentar una denuncia tras conocer el fraude y, según algunos medios, investigan un presunto delito de manejo de información privilegiada al haber comprobado que el flujo de acciones de la entidad se incrementó antes de que el caso saltara a la luz pública.
El director del banco, Daniel Bouton, explicó hoy la versión oficial de la entidad, que asegura que Kerviel actuó en solitario, que se sirvió de sus conocimientos de informática para puentear los sistemas de control y que el edificio de inversión que había construido se derrumbó ante la sacudida de las turbulencias bursátiles de principios de semana. Negó que Société Générale aprovechara el caso para ocultar parte de las pérdidas registradas por la crisis de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos y calificó de "absurdo" que fuera este fraude el que provocara el derrumbe de las bolsas del pasado lunes.
El banco reconoció que el fraude de Kerviel le costó 4.900 millones de euros, a los que hay que sumar más de 2.000 ligados a las hipotecas de riesgo de Estados Unidos, lo que amputará buena parte del beneficio de la entidad en 2007, que pese a todo no dará pérdidas.
Bouton se obstinó en mantener que el banco no sabía nada del caso de Kerviel hasta el pasado viernes, cuando buena parte del daño ya era irreparable.
Kerviel había arriesgado mucho dinero de la entidad y la bajada de las Bolsas se encargó de aumentar el agujero. El empleado invertía en mercados de riesgo e informaba a los sistemas informáticos del banco de otras inversiones ficticias que, en teoría, debían equilibrar las primeras, pero que en realidad no existían.
Así, los sistemas de control no eran conscientes del riesgo, mientras Kerviel seguía tejiendo su maraña inversora.
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